Despiece: El programa A.G.U.A. quedó en agua de borrajas

Posted on May 13, 2011 por

1


«En una hipótesis razonable de éxito del trasvase Ebro-Segura, el agua trasvasada hacia el sur costaría no menos de 0,52 €/ m³. En la actualidad, el coste total del agua de mar desalada, de calidad directamente potable, es del orden de entre 0,30 y 0,40 €/ m³ y tiende a bajar». Así lo señalaba el argumentario del Partido Socialista de la Región de Murcia cuando la guerra del agua alcanzaba con la derogación del PHN su clímax de crispación. El tiempo y un ambicioso programa de infraestructuras hídricas alternativas al trasvase les darían la razón. 7 años después el Gobierno se ha visto obligado a rectificar, sin reconocer el fracaso, su todavía polémico programa A.G.U.A.

En la provincia de Alicante de las ocho plantas desaladoras proyectadas en 2004 para suplir el trasvase del Ebro, sólo una ha entrado en funcionamiento. Junto a la que ya existía —Alicante I—, Alicante II ha aportado 42 de los 400 hectómetros cúbicos prometidos. Se trata de un ejemplo concreto al incumplimiento de los planes iniciales del proyecto hídrico socialista, que defendía la puesta en marcha «de una veintena de desaladoras», así como las altas expectativas de éxito económico, con una multiplicación de ventas en el sector de la ingeniería y la construcción que rondaría los 1.400 millones de euros. El agua de mayo para las desaladoras, finalmente, ha quedado en agua de borrajas. En la Región de Murcia permanecen todavía pendiente la ampliación de la desaladora de la Mancomunidad del Taibilla en Murcia,  la construcción de plantas desalinizadoras como la de Pulpí, y la conducción del agua desalada entre la desaladora de San Pedro del Pinatar y los campos de regadío.

En el año 2004, Acuamed, el principal instrumento del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino para el desarrollo del Programa A.G.U.A. en las cuencas mediterráneas puso en marcha el programa de desalinización masiva. En aquel momento, los responsables de este organismo ministerial dijeron que iban a proporcionar agua a la carta, y que «en función de las necesidades que tuvieran los regantes se produciría más o menos cada año». La realidad es hoy bien distinta. Así lo reflejan los mapas de actuaciones urgentes en el año 2004 y las realizadas en el 2010.